LA OTRA GUADALUPANA









Si algunos encontraron juntos el delicado equilibrio entre poética formal, funcionalidad y lógica matemática estructural, estos fueron sin duda Enrique de la Mora y Félix Candela.
Este singular equipo encontró a partir de 1955 un nicho especial en el proyecto y construcción con dilatadas y elegantes bóvedas de cascaron aplicadas a diversas tipologias edilicias, entre las que destacan las construcciones religiosas en donde aportaron no solo originales soluciones formales y estructurales sino innovadoras distribuciones interiores alternas al ya gastado esquema lineal y unidireccional utilizado como norma desde la contrarreforma en el siglo XVI.

Aunque Madrileño de nacimiento, Félix Candela Outerino, desarrollo gran parte de su producción constructiva y arquitectónica en México, país que lo acogió en calidad de exiliado en junio de 1939 debido a la guerra civil española, donde participo del lado de la republica.
Este último hecho hace aun más interesante el proyecto del santuario para la virgen de Guadalupe en Madrid -única obra de Candela en su ciudad natal - y quizá el único templo proyectado por un mexicano, hasta ese entonces en España.

La primera piedra del templo fue colocada en 1961, en un terreno ubicado en el barrio madrileño de Chamartin. El edificio fue proyectado según créditos por Enrique de la Mora y Palomar con José Ramón Aspiazu Ordóñez como colaborador, el calculo estructural es de Félix Candela, en esta ocasión apoyado por José Antonio Torroja Cavanillas. Hijo del ing. Eduardo Torroja, pionero de las bovedas laminares de concreto, a quien Candela consideraba su maestro e iniciador en este tipo de estructuras.

El santuario, de carácter procesional, consiste en una planta octogonal de 55 metros de diámetro, con una sólida infraestructura la cual genera una cripta subterránea, arriba el altar se sitúa al centro, facilitando la circulación perimetral de oficiantes y feligreses, estos últimos acomodados en semicírculo a manera de anfiteatro.
La singular solución de la techumbre consiste en siete hypars, paraboloides hiperbólicos de concreto, cuyo espesor no rebasa los 7 centímetros, apoyados en cuatro columnas huecas, las cuales se disponen alrededor del altar.
La singular forma de la techumbre aparenta una tienda. La tienda del patriarca Abraham como referente conceptual de los proyectistas, sin embargo seria conocida popularmente con el mote de sombrero mejicano.
No obstante haber colocado la primera piedra en 1961, la construcción comenzó hasta 1963, terminándose en 1965, el 27 de agosto de ese mismo ano se decreta la creación del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
A partir de esa fecha el edificio destaco como uno de los más atractivos y celebrados en la capital madrileña en la decada de 1960 y su diseño seria un referente para la futura basílica mexicana de Guadalupe en 1974.

HANS KABSCH VELA
publicado originalmente en boletin DOCOMOMO-primavera 2009

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