CASA GUTIERREZ






  En el bullicio de una avenida central siempre cargada de tránsito,se levanta una casa, cuya  fachada está cerrada por un portón de acceso a la vivienda y cortinas metálicas para locales comerciales en planta baja, cierra con un faldón intermedio forrado con un característico recubrimiento de mosaico veneciano en tonos verdes, grises y azules; sobre el faldón, un barandal de herrería sencillo que limita una terraza techada parcialmente por un parteluz que forma rectángulos de concreto pintados de blanco y verde, detrás de la terraza, un ventanal de piso a techo.

 El portón de herrería, está igualmente pintado en blanco, con franjas horizontales que dejan lugar a cristales traslúcidos que no dejan adivinar el interior, un detalle interesante son las jaladeras del portón en forma de bumerang y pintadas en rojo.
Flanqueando el portón el bullicio desaparece, dando lugar  a una amplia cochera techada, espacio intermedio y neutro cuyos muros pintados de verde parecen enmarcar al fondo un jardín de altos muros invadidos de vegetación, al centro, flanqueado por esos muros, un enorme arbol de mango. Antes de llegar al jardín desde la cochera, al costado derecho, se abre un muro cóncavo de piedra que contiene la espectacular escalera de granito blanco que lleva al nucleo de la vivienda, los peldaños de la escalera se encuentran cuidadosamente adosados al muro de piedra, complementa el conjunto, un elegante y discreto barandal de tubo metalico y solera, esmaltado en blanco.

Ascendiendo por las escaleras se llega a un vestibulo, espacio distribuidos entre el área privada de tres recamaras con sus respectivos servicios de baños y el área publica, esta ultima conformada por estancia comedor, estudio, desayunador y la amplia terraza con vista hacia el Poniente, sobre la Avenida Central Sur.
El detalle mas significativo de la terraza es un partelúz de concreto, suspendido a lo largo de la estancia comedor, elemento efectivo a la hora de tamizar la intensa luz del Poniente, sobre todo, en horas de la tarde.

Esta casa fué proyectada a mediados de la década de los sesenta por el Arq. Rolando Gutierrez Domínguez, uno de los pioneros del Movimiento moderno en Chiapas y el primer tapachulteco titulado en la Escuela Nacional de Arquitectura. El proyecto de casa y comercio fue concebido para su hermano Alberto y su familia, la vivienda tiene los rasgos caracteristicos de los proyectos habitacionales del arquitecto: entrepisos de gran altura, uso de muros de piedra braza, amplios ventanales y entradas de ventilación en lo alto, ademas de pródigas y agradables terrazas.

Algo interesante es que los dueños siguen conservando buena parte del mobiliario original, siendo quizá la única casa del época con esta particularidad: consolas para radio y discos de acetato, minibar, mesita de telefono, comedor y sala, modelos de los años sesenta, al igual que el práctico desayunador de muebles de tubo de aluminio en la terraza superior.

Bajando de nuevo al jardín, se puede encontrar un objeto que complementa el nostálgico cuadro: un viejo Peugeot de los años sesenta, que por un momento me recordó, al viejo y empolvado Cadillac de Luis Barragán, en la cochera de su célebre casa de Tacubaya.
recordatorio de otros tiempos y glorias pasadas.

Hans Kabsch.

Comentarios

  1. Asi como lo describes se antoja conocer esa interesante casa, admirar esos muebles que aun tienen rasgos de lo que se hacia para durar. Pero lo más intersante sería escuchar lo que esas paredes cuentan.

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  2. Hola muchas gracias
    En efecto, en Tapachula existen todavia muchos oasis domesticos por descubrir, respecto a lo que dicen esas paredes, hay mucho que contar, procuraremos en este espacio seguir deshilvanando historias

    saludos

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