ARQUEOLOGÍA DE LA MODERNIDAD: CARLOS LEDUC, CLINICA Y CENTRO DE INVESTIGACIÓN CONTRA LA ONCOCERCOSIS





"La medicina es necesaria al arquitecto para conocer cuáles son los aspectos del cielo, que los griegos llaman climas, las condiciones del aire en cada lugar; que parajes son nocivos y cuales saludables, y que propiedades tienen sus aguas, porque sin el conocimiento de estas circunstancias no es posible construir edificios sanos."

Marco Vitruvio Polión.

El pasado 11 de julio, el secretario de salud de México José A. Córdova Villalobos, acompañado del Gobernador de Chiapas Juan Sabines decretaron, tras decenios de lucha y esfuerzo, la erradicación total de la Oncocercosis, una enfermedad parasitaria crónica que causa severas lesiones en la piel y los ojos, siendo hasta hace poco, una de las principales causas de ceguera en México. La Oncocercosis fue traída a America por los esclavos africanos, desde inicios del siglo XX, se propagó a Centroamérica y el Sur de México, afectando en especial al estado de Chiapas, donde el mal se convirtió en un verdadero problema de salud pública.

Los esfuerzos en México para contener dicho problema comenzaron con campañas de erradicación promovidas durante el gobierno de Plutarco Elias Calles. En 1929, se establece el primer dispensario para el tratamiento de la Oncocercosis en Huixtla Chiapas.

Ya en la administración del presidente Lazaro Cardenas y gracias a la intervención directa del Dr. Luis Sanchéz Bulnes, se promovió la necesidad de construir una Clinica para el tratamiento de esta delicada enfermedad, y que al mismo tiempo funcionara como Centro de Investigación, base para médicos especialistas en búsqueda de tratamiento adecuado.

El proyecto fue comisionado en 1938 al joven arquitecto Carlos Leduc Montaño, quien utilizó la experiencia previa de uno de los pioneros en el diseño de edificios hospitalarios modernos: José Villagrán Garcia, en particular, el Hospital de Cardiología con su característica planta en "H."

Leduc utilizó también su propia experiencia con un proyecto hospitalario anterior: un nosocomio en la ciudad de Uruapan Michoacán, que no fue construido.

El proyecto para la Clínica y centro de investigación contra la Oncocercosis y otros parasitos, se ubicó en las afueras de Huixtla Chiapas, esta pequeña ciudad localizada en la región del Soconusco se consideraba un eje clave entre México y los países con mayor problema de propagación de la Oncocercosis.

El edificio fue construido entre 1939 y 1942, de tendencia funcionalista, (probablemente el primer edificio de ese estilo en Chiapas) tenia como principales aportes, aparte de la característica planta en "H" la sencilla belleza de los volúmenes sin decoración superflua, los largos y ventilados corredores que propiciaban áreas de descanso adecuadas para los pacientes en recuperación. La técnica utilizada para la construcción era la del por ese entonces novedoso concreto armado, combinada con tabique de barro de la región, los acabados eran de económicos aplanados de cemento-arena, pisos pulidos, carpintería en puertas y ventanas, estas ultimas protegidas con mosquiteros de malla.

La clínica contaba con una capacidad para cincuenta camas, con instalaciones apropiadas en su momento para atender a la población de la zona que acudía por su dosis mensual de medicamento, así como el tratamiento eventual de otras enfermedades, la clínica incluía consulta externa, área de internos, laboratorios, aula de usos múltiples y crematorio. Las instalaciones cumplían también para atender el campo de la investigación a nivel nacional e internacional, de estos trabajos se destaca el realizado por el Dr. Roberto Nettel Flores entre 1942 y 1944, investigación fundamental en la erradicación definitiva de la enfermedad parasitaria.

Entre 1970 y 1981 se hicieron trabajos constantes de mantenimiento de la clínica, a inicios de la década de 1990 se planteó la demolición una sección completa para dar paso a la construcción de un Hospital regional, el cual estuvo terminado en 1994.

El resto de la antigua clínica pasó al olvido utilizándose como bodega de muebles viejos y área de guardado, con un deterioro gradual en su estructura debido a la consecuente falta de mantenimiento de un edificio que en su momento fue simbolo de modernidad y puesto de avanzada de la ciencia y la tecnología, pero que al paso del tiempo y del inexorable avance de la medicina se volvió obsoleto para el propósito original.

Hans Kabsch V.

Fotografias: Rosa Marina Maldonado M.

Fotografías de archivo: cortesia, Louise Noelle.


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