ARQUITECTURA DEL PODER EN CHIAPAS I: POLIFORUM, TUXTLA GUTIERREZ

Por Hans Kabsch Vela.

Abraham Zabludovsky, inicia su "tercer aire" ( así lo define Manuel Larrosa) en referencia a la tercera y última etapa de producción de este singular arquitecto que en sus inicios militó en el bando del Movimiento Moderno, para después comenzar una segunda fase creativa en mancuerna con el arquitecto Teodoro González de León, búsqueda común de un lenguaje arquitectónico expresivo, a través del concreto como materia o medio de expresión y su utilización inspirado en las masas y la contundencia de los volúmenes de la arquitectura prehispánica y su relación con el espacio abierto: la plaza y la explanada, de igual forma, la conexión con la tradición española del patio, del pórtico y del claustro.La primera obra de este tercer aire, ya sin la sociedad con Teodoro González de León, es un Teatro y centro de convenciones multifuncional en la capital del estado de Chiapas, obra en donde Zabludovsky aplica su amplia experiencia previa en espacios de este tipo, basta recordar su colaboración en la remodelación del Auditorio Nacional en 1990 junto con González de León.

En este edificio, Zabludovsky echó mano de su prolongada experiencia llevandonos "a participar en un metabolismo conceptual que opera sin caer en la vergonzosa humillación con que cargan los copistas"(1) donde caben y se equilibran variados homenajes a Peter Behrens Alvar Aalto, Le Corbusier, Louis Kahn, Kenzo Tange y Aldo Rossi, entre otros.

El poliforum trasciende por su escala urbana, cosa que no guarda relación con el tamaño y el aforo del complejo de de mil doscientos cincuenta expectadores, sino en la forma como el edificio se expande a través no solo de su masa construida sino de una plaza y áreas jardinadas, promenade obligatoria, aderezada y sugerente que hay que recorrer para llegar a las puertas del foro, el espectáculo antes del espectáculo.

Por su ineludible presencia en la ciudad, el Poliforum se convirtió en símbolo de prestigio de un estado presuntamente estable y monolítico, que en 1993 se parecía inexpugnable, pero que mostró sus enormes fallas, una mañana de Enero de 1994. A partir de ese momento esa "dictadura perfecta" y la arquitectura que la validaba, comenzaron a declinar inexorablemente.

1.-Manuel Larrosa Irigoyen "Abraham Zabludovsky, espacios para la cultura"

CONACULTA, Circulo de arte, México, 2000. Pp. 18,19.