JOSÉ ANTONIO TORIELLO MARTÍNEZ, PIONERO DE LA ARQUITECTURA MODERNA EN CHIAPAS, PARTE III

URBANISMO.

El primer acercamiento al urbanismo sucede en la Escuela Nacional  de Arquitectura siendo todavía estudiante a través de las enseñanzas de Mario Pani y de Domingo García Ramos, años después obtuvo la oportunidad de colaborar profesionalmente con dichos arquitectos para la elaboración del Plano Regulador de la Ciudad de Tapachula realizado en 1964, en esa ocasión Toriello Martínez en  calidad de Director de Obras Publicas del Ayuntamiento y Representante ante la Junta de Planeacion y Urbanización del Estado de Chiapas, colaboro en la recopilación de información y la elaboración de un listado de obras con valor patrimonial. Años después es nombrado Miembro de la Comisión Coordinadora del Plan Estatal de Desarrollo Urbano, 1979-1982, en 1983, es nombrado Delegado Regional Zona VIII, Soconusco de  la Secretaria de Desarrollo Urbano y Obras del Estado de Chiapas. En la actualidad y desde 1986 a través de su empresa, Constructora Kukulkan,  se dedica a la planeacion y revisión de diversas propuestas urbanas para la Ciudad de Tapachula y municipios vecinos.

DESEMPEÑO GREMIAL.

   En 1959 solo existían unos pocos arquitectos en activo en el estado de Chiapas: Rolando Gutiérrez Domínguez, José Manuel Espadas y José Antonio Toriello Martínez en Tapachula; en Tuxtla Gutiérrez  radicaban los arquitectos Jorge Serrano Órnelas, Leopoldo Castell y  Julián Aguilar. Existía ya en ese entonces el propósito para crear un Colegio de Arquitectos, tema que se comentaba en reuniones informales.

En el año de 1964,  Toriello Martínez invita  a un nuevo grupo de arquitectos, muchos de ellos recién egresados, donde les expone formalmente la idea de crear un órgano colegiado de arquitectos en la región. A partir de ese año este grupo de arquitectos  empezó a reunirse semanalmente para bosquejar estatutos y el acta constitutiva correspondiente. El día siete de abril de 1965, en la ciudad de Tapachula,  se constituye legalmente el Colegio de Arquitectos de Chiapas A.C. Siendo su presidente el Arq. José Toriello Martínez  y como Secretario el Arq. Antonio Damiano Atristaín.

Dicho colegio fue miembro fundador de la Federación de Colegios de Arquitectos y durante muchos años fue el único en Chiapas. Su consolidación y crecimiento se convirtió en tarea personal asumida por Toriello Martínez, su desempeño en el ámbito gremial a través de los años le ha hecho acreedor  a varias distinciones y reconocimientos entre los que destaca el Premio Bianual de Arquitectura en 1980 y la Placa de Honor Gremial, otorgada por la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana A.C. En el año 2000.

A MANERA DE CONCLUSIÓN.

 José Antonio Toriello Martínez con mas de cincuenta años de trayectoria profesional continua en activo, si bien dejo la dirección de obras y proyectos de su empresa Constructora Kukulkan en 1999, puesto actualmente ocupado por su hijo el Ing. José Toriello Elorza, continua tomando parte en la toma de decisiones, en especial en los proyectos relacionados con planeacion y urbanismo.

Como muchos de sus contemporáneos este arquitecto chiapaneco tuvo una primera etapa de marcado racionalismo, pero con interesantes adecuaciones al medio social y físico, esto es palpable en las obras realizadas entre 1959 y 1975, posteriormente su quehacer arquitectónico se enfoca mas al urbanismo y sus proyectos edificados se vuelven mas heterogéneos en lo formal, explorando nuevas propuestas estilísticas mas cercanas a los referentes de la arquitectura tradicional mexicana.

Debido en parte al descalificación de los postulados de la Arquitectura del Movimiento Moderno a partir de 1970, fenómeno que en México tardo en generalizarse, la obra de temprana de este arquitecto, al igual que la de muchos de sus contemporáneos no ha sido debidamente valorada, en especial por generaciones mas jóvenes quienes suelen referirse a este tipo de arquitectura como: “demasiado cuadrada”, “estática,” “demasiado simple y sin movimiento.” 

Sin embargo la verdadera virtud de esta arquitectura no es el malabarismo formal inconsciente, sino la racional y discreta adecuación del objeto arquitectónico al entorno, atendiendo cuestiones fundamentales que en la actualidad parecen olvidadas por la excesiva tecnificación: orientación, asoleamiento, vientos dominantes, vegetación, dispositivos estáticos y de baja tecnología para protegerse de las inclemencias del tiempo, etc.

Es por eso que la Arquitectura de estos pioneros debe ser revalorada, en especial por las generaciones de futuros arquitectos enfrentados a los embates cada vez más notorios del cambio climático, producto de la desmedida industrialización de la vida del hombre moderno.