TREINTA AÑOS (Segunda Parte) BLANCO Y DE COLORES 2003-2013

 En una entrevista Peter Eisenman recordó lo que una vez le dijo Manfredo Tafuri: 

Para enseñar primero tienes que haber construido.

Después de varios años de  ejercer tangencialmente la profesión, asumí mis primeros proyectos de manera independiente, al margen del trabajo en el Ayuntamiento y en Grupo BOAR, para 2002, concluí mi ciclo en gobierno y comencé a dar clases de Historia de la Arquitectura y Conceptualización.

Para ese entonces ya me sentía con la capacidad de transmitir conocimiento por experiencia propia: un incipiente bagaje de dos edificios proyectados por cuenta propia (uno ya construido) en Mapastepec y la colaboración en varios proyectos y obras en mis anteriores trabajos.

Mis recuerdos como estudiante aún estaban frescos, entre ellos el respeto que imponían los docentes que ya tenían experiencia con proyectos propios  y que podían predicar con un ejemplo de su propio trabajo.

Por sus obras los conocereís.

Pero eso no era suficiente, lo primero que hice fue hacerme de publicaciones que pudieran servir para entender el contexto de ese entonces: eran los días del auge del Efecto Guggenheim y la Arquitectura espectáculo, pero por otra parte y de manera mas discreta, el ascenso de la revalorización del legado de los arquitectos del Movimiento Moderno y su reinterpretación contemporánea.

Es entonces que me aficioné a las ideas contextualistas de Eisenman, las cuales transmití en mis sesiones de la materia de Conceptualización, de manera teórica, y de manara práctica en dos talleres de verano para armar propuestas de concurso.Aunque no se obtuvo reconocimiento alguno en esas participaciones, fue una experiencia nueva para los estudiantes involucrados en materia de lenguaje y presentación de proyectos.

Simultáneamente a esas experiencias, el contacto con una obra local amplió aún mas mi panorama por medio de visitas a obra que realicé discretamente (ya que desconocía al dueño y al contratista) sin embargo me intrigaba la sencillez del partido general que se alejaba de los recovecos de las residencias proyectadas localmente. Por sus características era un proyecto residencial único "La primera casa del Siglo XXI" como la denominé, ejerció una fuerte influencia personal en lo que realizaría a continuación (los detalles están en este blog en: https://hanskabsch.blogspot.com/2013/08/la-primera-casa-del-siglo-xxi-en-el.html)

En 2003 arranqué formalmente a construir lo que proyectaba: una serie de cuatro casas de interés medio concluidas el año siguiente. posteriormente vendría un encargo mas personal: Casa Cacao, deja de lado los sentimentalismos formales de la década pasada, enfocándose en un pragmatismo general. Fue proyectada en 2004 y terminada de construir en 2006, En este proyecto se aplican parte de algunos conceptos asumidos. A partir de entonces mantuve la constante de al menos un proyecto ejecutado por año, lo que permitió tener un equipo de ejecución de obra y un stock de materiales y herramientas, así como colaboradores esporádicos en el tema de elaboración de proyectos. Sin percatarme demasiado, me había convertido en un ejemplo mas de proyectista / constructor.

Pero también iba a la par la docencia y algo mas...en 2004 retomé la costumbre de documentar mi propio trabajo...Y el de otros.

Como parte de esa tendencia de revalorizar la arquitectura reciente, en especial la arquitectura del Movimiento Moderno, me percaté de la existencia de numerosos ejemplos de esta corriente principal y sus diversas variantes, así que sin seguir una metodología, es decir: de manera amateur inicie un proceso de documentación de la arquitectura local: obras y arquitectos, en el proceso enriquecí mi propia práctica con las soluciones encontradas.

Esto me llevó por un camino apenas explorado, la reflexión a través de la escritura. En 2008 y apadrinado por Louise Noelle, escribí un primer artículo de divulgación para el Boletín electrónico mensual de DOCOMOMO -México sobre la Catedral de San José en Tapachula, obra poco conocida de Enrique de la Mora y Palomar, con Fernando López Carmona.

Este escrito y el activismo en favor de la conservación del carácter de la obra referida, me allanaron el camino para pertenecer a DOCOMOMO-México, pese a no contar con experiencia como investigador formal.

 Como consecuencia de todo lo anterior, nace en 2009 este blog.

En 2011 y en un intento por solventar la formación como investigador formal, ingreso a la Maestría en Arquitectura y Urbanismo de la UNACH, así comenzó un periplo de intentar mantener un ejercicio dual proyecto-construcción en Tapachula, mientras estudiaba en Tuxtla Gutiérrez, a medio camino de estas dos ciudades, en Arriaga encontré un edificio que definiría los siguientes años.















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